viernes, 4 de octubre de 2013
Miradas.
Miradas que se cruzan,
atrevidas,
pero que no se atreven.
Miradas seguras,
las mías.
Y miradas temerosas,
las tuyas.
Miradas que quieren decir
pero no dicen nada
por temor a... Qué sé yo.
Miradas que dicen: "¿te atreves?"
y las respuestas
a esas miradas
que dicen: "yo sí, pero ¿y tú?".
Miradas que se buscan
como el niño que busca su consola
pero que al encontrarse se retiran,
como el ladrón que, pillado, se da a la fuga.
Y, por supuesto,
miradas que esperas cruzarte y,
que cuando se cruzan,
algo te dice que algo bueno y malo está sucediendo.
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