jueves, 20 de junio de 2013

Prefiero lo difícil.

Desde hace un tiempo atrás hasta ahora, debo decir que no he tenido demasiada suerte... ¿Rachas malas? A patadas. Pero las buenas la verdad que las he tenido que buscar hasta debajo de las piedras. Aunque aún así, nunca he dejado de intentar conseguir algo. ¿De qué valdría?

Lo cierto es que comienzan (o al menos los tengo programados) unos cambios en  mi vida. ¿Más? Pues sí, nunca es suficiente.
En especial voy a dejar de desear. Desear que todo sea como antes. Digamos que me voy a lo difícil, porque...

¿Sabes qué sería lo fácil? Tirar a la basura tus regalos, tus detalles económicos... Es decir, tirar a la basura todos los recuerdos materiales que me rodean en esta casa. Lo fácil también sería quemar todas esas cartas que un día guardé con aprecio y que comienzan a pudrirse en el cajón, romper en mil pedazos las fotos impresas, romper los cuadros... Y, por supuesto, borrar vídeos y fotografías del ordenador, olvidar canciones que hacen recordar personas y momentos, borrar testamentos fugados del corazón...

Eso sería lo fácil para olvidar el transcurso de mi vida desde mi infancia hasta ahora.

Pero reitero que yo me decanto más por lo difícil, así que en este caso prefiero dejarlo todo. No, no me estorba. Déjalos, si total, ni siquiera me importan ya... Porque si te digo la verdad, poco es lo que me importa hoy en día. Poco, pero ese poco me importa muchísimo.

Dejo todo tal y como está para mirar y decir con el paso del tiempo: "¿y yo he llorado por todo esto? ¿Por los que incluso me han visto nacer?". Si al final va a ser verdad eso de que soy idiota...

*Me dijiste que colocara ese detalle en mi habitación, y así lo hice. Para acordarme de ti era, ¿no? Pues ya ves... Igual hubiera sido casi mejor que te regalase yo algo por mi cumpleaños, para que te acordases tú de mí, que ese ha sido siempre el problema...*.

Considero que preferir lo difícil aportará uno de los nuevos y grandes cambios que tengo en mi vida.

Porque para olvidar algo completamente, primero hay que tragarte lo exterior, y luego lo interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario