"-Entonces, ¿qué?
-Pues que no será fácil. Va a ser muy duro y tendremos que esforzarnos todos los días, y quiero hacerlo, porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo, todos los días. ¿Harías algo por mí? Por favor... Imagina tu vida dentro de treinta o cuarenta años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre, vete. Vete. Te largaste una vez, y lo soportaré otra si creyera que es lo que realmente quieres. Pero jamás tomes la vía fácil...
-¿A qué vía te refieres? No hay ninguna vía fácil. Haga lo que haga, alguien acabará sufriendo.
-¿Podrás dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero, lo que él quiere o lo que tus padres quieren. ¿Tú qué quieres? Maldita sea... ¿Qué quieres?
-No es tan sencillo...
-Te lo repito, ¿qué es lo que quieres?".
A veces hablamos sobre el amor como si fuese lo más fácil de entender de la vida... Pero sabemos que no, que es lo más complicado... Que antes de encontrar a alguien no lo entendemos, cuando lo encontramos creemos entenderlo y, cuando esa persona desaparece... Nos damos cuenta de que nunca habíamos llegado a entenderlo. Tal vez (o, por lo menos, bajo mi punto de vista) es lo más complejo, difícil y delicado que exista en esta vida.
Porque hay muchas cosas sobre el amor que no se pueden entender...
Y es que a veces cuesta tanto pensar, creer, imaginar, sentir, decidir, querer...
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