Sí, creo que era esto lo que necesitaba para desconectar.
Perderme en estas calles tan grandes, ver caras nuevas, conocer a la primera persona que se cruce por mi camino, escuchar miles de historias interesantes y que escuchen las mías también (aunque puede que no sean igual de "interesantes"). Ser yo la responsable y la organizadora de mi vida. Comenzar a ser pedagoga conmigo misma para poder llegar a serlo con los demás (si la suerte decide no abandonarme).
Y es como una balanza... Todo esto es lo positivo, lo negativo es que echo de menos a muchísimas personas que tengo lejos, que necesito que me den un abrazo, que me digan la mínima tontería y romper a llorar de la risa... Como antes, como siempre. También odio que sigan los recuerdos, que no pueda aniquilarlos ya de una vez. Mas sigo aquí, haciendo lo que dije al empezar a escribir esta entrada, y seguiré haciéndolo. Me aguardan experiencias nuevas y buenas (nótese el "optimismo"). Quiero seguir cayendo para aprender, pero solo pido que las caídas no sean a una gran altura...
En fin, que creo que mi máscara se ha ido a descansar y ahora le toca actuar a mi verdadero yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario