martes, 10 de abril de 2012

Valió la pena.

Hay momentos que creemos que lo mejor es tirar la toalla, porque ya todo está perdido. Muchas razones nos motivan a ello, pero una siempre en especial; las cosas no salieron como planeábamos. Somos muy exigentes, pensamos que algo tiene que salir porque sí, porque lo decimos nosotros. Pero tarde o temprano, llega el momento en el que todo desaparece, y de tener todo nos quedamos con nada. Se sufre. Se sufre bastante con tantas ilusiones que teníamos, porque al fin y al cabo somos muy soñadores. ¿Y quién mejor para saber lo que perdí, que yo?

En su momento también perdí alguien muy importante para mí, pero afortunadamente ahora está a mi lado. Debo confesar que ha sido la única persona que hasta ahora, perdí pero la pude volver a recuperar. ¡Y de qué manera! Se ha convertido en todo prácticamente en nada. Mi vida sin él, no tendría sentido. Y no lo digo por quedar bien, lo digo porque lo siento y lo sé. Siempre he oído decir que no importa el proceso para conseguir algo, que lo único que importa es el resultado. Es una gran verdad.

Eres la única razón por la que cada día sale el sol. Eres el primer pensamiento que pasa por mi cabeza nada más despertarme, el que dura todo el día y el último de mi mente antes de quedarme dormida, y así constantemente, cada día. La única medicina que de verdad me hace efecto, es tu sonrisa; esa sí que cura todos mis males. Te necesito por y para siempre junto a mí. No me imagino mi vida si no es a tu lado. Soy adicta a ti. Eres mi droga, la única droga con la que puedo vivir. La que no hace daño, sino todo lo contrario; me da vida.

Te prometo que esto, es tan solo el comienzo. Gracias por ser como eres, y por todo lo que has hecho durante este mes. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario