jueves, 29 de diciembre de 2011

Soledad en mí.-

Debo admitir que creo que me he hecho invencible. He pasado por una sucesión constante de tormentas, las cuales no todas he superado. Pero me he enfrentado a ellas. No me hables de carnavales, pues todos los años llevo puesta una gran máscara; mi sonrisa. Es cierto que muchas veces transmite sinceridad, que es así como me siento; feliz. Otras veces, en cambio, es simplemente eso, una máscara que oculta muchos sentimientos y pensamientos. Porque a veces es mucho más fácil sonreír y fingir que estás bien, antes que tener que dar dar infinitas explicaciones. Y de la lluvia tampoco me hables, pues más gotas de agua que mis lágrimas, creo que no he podido saborear en toda mi vida. ¿Soledad y silencio? Mi dúo preferido como "mejor" compañía. Soledad en mi mirada, en mi corazón, en mis pensamientos, y por supuesto en mi alrededor. ("¿Cómo puedes decir eso? Tienes muchos amigos y amigas que están a tu lado para todo, no estás sola..." Lo sé, pero como si hay millones de amigos a mi lado. Me seguiré sintiendo exactamente igual; sola). Y silencio en mi corazón y en mis palabras, en mis frágiles y mudas palabras. No sé si todo esto ha sido debido a la ausencia de mis seres queridos, o debido tal vez a los constantes problemas que la vida me ha puesto delante de mis narices. ¿Se trata todo esto acaso a una serie de supervivencia? No lo sé, la verdad. Si es así, tráeme el kit, porque comienzo a ahogarme...

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