Existen cosas innecesarias en la vida y que, por ser tan idiotas, no dejamos de utilizarlas. Como las preocupaciones. Son tan innecesarias que sólo sirven para perder el tiempo. Y así nos va...
¿De qué te vale dedicar tiempo en pensar si algo va a salir bien o mal? ¿De qué te vale pensar en todo lo vivido, en cómo eran las cosas y cómo están ahora? ¿De qué te vale dedicar tiempo a personas que no han movido ni un sólo dedo por ti? Y, en especial, ¿de qué te vale no hacer lo que tú quieras, no ser tú mismo/a por miedo a ser juzgado por los demás?
Las preocupaciones sólo valen para eso, para regalarle tu tiempo a la basura.
Deberíamos dedicarnos a actuar, equivocarnos y corregir nuestros fallos, y no a preocuparnos por lo que podría o no pasar, sin antes arriesgarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario