Llevo un gran tiempo intentando estabilizarme, aceptando consejos y casi lo consigo.
14 años de mi vida dedicados a la superación, a la resistencia, a mejorar día sí y día también. Pero también hay que decir que llevo 14 años de mi vida dudando, sin saber qué hacer: si pararme o seguir, y siempre por agentes secundarios. No es guiarte de los demás, es que los pensamientos y las creencias de los demás no te animan psicológicamente.
Hemos nacido para depender de alguien. Para conocer personas, arrepentirnos, borrar a algunas de nuestra vida y conservar a otras. Los agentes de los que hablo son primordiales, nadie los puede sustituir, son parte de ti, de tu vida. Y si te fallan... Pasa lo que pasa.
¿No entiendes nada? ¿No entiendes que estoy dando lo mejor de mí? ¿No entiendes que no todo va a ser ganar, que también me tocará perder? ¿No entiendes que estamos hechos para eso, para perder y así aprender y en un futuro poder ganar? Tampoco entiendes que me desmoralizas. Que eres parte de mí, y que todo lo que has soltado hace unos minutos me afecta. La balanza no se estabiliza, y así no puedo seguir.
Había empezado bien, estupendamente. Pero, joder... Así no puedo, de verdad.
Vuelvo a pasar por la misma mierda, esa mierda que creía haber olvidado. Incertidumbre, desconfianza, inseguridad. ¿Podré? ¿No podré?
Gracias... La poca confianza que quedaba en mí misma la has aportado tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario