miércoles, 19 de diciembre de 2012

"Yo pintaba puentes por ti y ya no pinto nada".

¿Sabes? En muchas ocasiones me habla mi subconsciente y me sugiere que lo haga. Me dice "hazlo, sé que lo deseas en el fondo, hazlo...". La verdad que en cierto modo, no está equivocado. Pero claro, escucho sus palabras, me dejo llevar, recuerdo y... Casi, pero no.

A veces creo que me deberían internar en un manicomio (lo digo muy en serio). Hay reacciones, comportamientos y actitudes que cuando las realizo me cuestiono el posible hecho de estar poseída. Dirás, ¿qué coño habla la tía esta ahora? Me refiero a mi sí y no, a mi es necesario y para qué, a mi... En fin, olvídenlo.

En el fondo, por más que quiera, si evito caer en la tentación es porque me quiero a mí por encima de todo (aunque varias veces yo misma me he buscado estar por los suelos). Especialmente, porque no permito que nadie se ría de mí, no permito quedar como la payasa de turno y porque si después de haber movido yo "el culo" tantas veces tú no lo has hecho, ya me deja bastante claro todo.

Está claro que es bastante difícil conseguir la estabilidad de la felicidad.


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