jueves, 10 de mayo de 2012

Diez.

A veces nos dejamos llevar demasiado, para bien o para mal. Personalmente me refiero para mal. ¿Aunque quién sabe si en un futuro ese mal puede convertirse en bien?

Lo que sé, es que a veces nos dejamos llevar tanto, que llega un punto en el que las cosas comienzan a desviarse hacia el mal camino. El mismo por el que pasó Caperucita Roja. Intento apartar las ramas de los árboles, las piedras grandes, ahuyentar a los lobos y sustituir la luna por el sol. Incluso intento sonreír (lo intento...). Mas, ¿no suena todo esto a falsedad? Sabiendo que me encuentro en el mal camino, pretendo fingir todo lo contrario. Aunque esto no solo me pasa a mí... Pero, no sé cómo llegar al camino contrario... He buscado información y consejos, pero ninguna página web ni nadie me puede resolver esta duda. 

Tal vez todas las respuestas que nos estamos dando a esta situación, no sean más que excusas... Tal vez todo ha cambiado y no queremos darnos cuenta. Tal vez queremos que todo vuelva a ser como su origen, y no queremos aceptar que eso es totalmente imposible. (O tal vez, incluso, son simples paranoias mías, como de costumbre...) Que las cosas tarde o temprano, cambian. 

En tal caso... Qué pronto comienza a acabar esta historia tan adorable que la luna firmó, ¿no?

Me encantaría viajar a Kfajsiebjasv y perderme por las calles de esa fantástica ciudad.

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