¿Sabes qué indica el cielo cuando está absolutamente azul, sin una nube y acompañado del resplandeciente sol? Que se aproxima una tormenta. Y cuando llega, somos los típicos que se quedan en casa, con miedo y esperando a que pase. No somos capaces de coger un paraguas, salir a la calle y luchar contra ella. Preferimos recordar quiénes hemos sido, quiénes somos y quiénes seremos. ¿Dónde están todos los que se han ido? ¿Por qué nos preocupamos de lo que digan personas que no son, ni serán, importantes en nuestra vida? ¿Por qué tiramos la toalla si aún el combate no ha empezado? ¿Por qué no valoramos quiénes somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, y valoramos también los actos buenos que hemos realizado, y lo aprendido de los malos? No hay que tener miedo a nada, ni a nadie. Porque tener miedo, es una de las peores cosas que existen en este mundo.
Recuérdalo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario