lunes, 27 de junio de 2011
Ignorance.
Naces, te educan, vas creciendo... Y no solo físicamente, también psicológicamente. Has hecho tus amistades, y eres tan inocente; que crees que todo dura para siempre. Que esa piña, seguirá así siempre. Que nunca se desgranará. Pero con el tiempo, sucede. Te habías despistado en el camino, y te tropezaste con una piedra. Una gran piedra. Lloras, y crees que así lo solucionas todo. Poco a poco, esa piña se va desgranando. Y lloras más, y mucho más. "Levántate y lucha por lo tuyo. Nada es para siempre en esta vida." Ese es el lema que suena en tu mente en ese momento. Y así has hecho. Afortunadamente, ahora puedes mirar atrás sin llorar. Pero te lamentas de haber sido tan estúpido/a. La palabra AMISTAD es muy pero que muy grande. Demasiado para llamar "amigos" a unos "actores". Basta ya de teatro. Fuiste muy inocente, pues pensaste que la verdadera amistad era la que se creaba desde el principio. Y no, eso no funciona así. Los verdaderos amigos, son los que están contigo sea el momento que sea. Los que te secan las lágrimas con cualquier tontería. Los que con un abrazo o una mirada, ya te lo dicen todo. Los que no hace falta que te digan "te quiero", porque lo sabes, te lo han demostrado. ¿Y tú crees que esa piña era así? Para empezar, ni tú eras así... Pero si lo has decidido, lo acepto. Lo acepto porque en realidad, nunca fuiste mi amigo... Y mucho menos, mi mejor amigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario